Luna (comarca)
Luna es una subcomarca tradicional de la comarca de la Montaña Occidental en la provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León, España.
Índice
Puente Ingeniero Carlos Fernández Casado sobre el embalse de Barrios de Luna.
Límites
Limita con: El concejo de Lena de Asturias (al norte); las comarcas leonesas tradicionales de Babia y Omaña (al oeste); con las comarcas tradicionales leonesas de Gordón, Los Argüellos y Alba (León) (al este); y las Tierras de Ordás (al sur)
Municipios
La comarca tradicional está formada por los municipios de:
- Carrocera (comarca de Val de Viñayo);
- Los Barrios de Luna (comarca de Luna de Arriba);
- Sena de Luna;
- Soto y Amío (comarca de Luna de Abajo);
- Rioseco de Tapia;
- Santa María de Ordás (comarca de Ordás).
Etimología
El nombre de Luna se supone de origen prerromano, de la época de los astures, habitantes originarios de estas tierras, por lo cual supone un significado diferente al satélite terrestre, con el cual se relaciona por homofonismo.
El gentilicio de los habitantes de la Comarca de Luna es: tsuniegu / tsuniega en el habla de la Comarca (Leonés), o castellanizado: luniego / luniega
Geofrafía
Luna, es río y es valle. Muy bien situada en el centro del territorio de Cuatro Valles, seis ayuntamientos articulan su territorio. De norte a sur, Sena de Luna, Los Barrios de Luna, Soto y Amío, Carrocera, Santa María de Ordás y Rioseco de Tapia.
El río Luna recorre la zona de noroeste a sureste, y es el que da nombre a la comarca.
La parte central de la comarca fue inundada por la construcción de un embalse en los años 1950-60, por lo que la comarca tradicional se halla dividida en dos partes.
Dos elementos de muy reciente aparición, si se tiene en cuenta la dilatada historia geológica de la comarca, definen el actual paisaje de Luna. Se trata de la autopista AP-66, que enlaza León con Asturias y el embalse de Los Barrios de Luna. Como nexo de conexión de ambas infraestructuras, el puente Fernández Casado es el elemento más reconocido de su paisaje, un verdadero hito de la ingeniería civil contemporánea.
Aún embalsado por la presa de Los Barrios de Luna, el río vertebra un territorio agreste y montañoso de extraordinaria belleza. Con cumbres próximas a los 2.000 metros de altitud, las laderas se desploman sobre el valle tapizadas por extensos pastizales. El sabinar de Mirantes de Luna es uno de los bosques más interesantes de León, considerado el más occidental de Europa.Serpenteante, el río Luna (da nombre a la comarca) desde su nacimiento en la vecina Babia, recorre la zona de noroeste a sureste, por el fondo de un amplio valle de origen glaciar que conforma una extensa vega ocupada por prados de siega, siempre frescos. Reconocido río truchero, el Luna acoge cada temporada a no pocos aficionados a la pesca. El contraembalse de Selga de Ordás es punto de invernada de numerosas especies de aves acuáticas, por lo que se ha convertido en punto de observación para ornitólogos y aficionados.
Luna es tierra de pastores trashumantes. Esta forma de vida ha generado un vasto patrimonio que sigue vigente. Fiel a su tradición pastoril, Luna celebra cada mes de septiembre la multitudinaria Fiesta del Pastor. No falta en ella la caldereta, ni un concurso de mastines. En la antigua escuela de Los Barrios de Luna es posible visitar el Museo del Pastor, una sencilla sala en la que se exponen numerosos objetos pastoriles.
Luna alberga un muy relevante patrimonio geológico que ha hecho de la comarca referente para geólogos y paleontólogos de todo el mundo. En el valle del Luna se puede leer, como en ningún otro punto, la historia geológica de la Cordillera Cantábrica.
En Caldas de Luna, está el manantial de Fuencaliente; sus aguas, que brotan a una temperatura de 28º C, declaradas mineromedicinales, desde principios del s. XX son aprovechadas en un balneario en la misma localidad, que ofrece la oportunidad de disfrutar de todas sus cualidades terapéuticas en un entorno excepcional.
Otro punto de interés geológico del valle del río Luna es la garganta del Infierno o desfiladero de Los Calderones, donde el efecto del agua sobre la caliza ha labrado una imponente hoz de paredes verticales en la que resulta muy llamativo el fuerte plegamiento de los estratos.
En el paisaje de Luna se aglutina la identidad natural y cultural del valle, resultado de unos privilegiados recursos naturales y de una forma ancestral de manejo por sus pobladores. Paisaje que mereció la declaración en 2005 del valle de Luna como Reserva de la Biosfera. Valores por los que algunos municipios de Luna, junto a su vecina Babia, están en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León.
En Luna encontrarás variedad de alojamientos donde pernoctar y restaurantes donde degustar su rica gastronomía de montaña para completar una visita que, sin duda, merece la pena programar. [1]
Historia
Los primeros datos de población se estima que fueron del Neolítico, sucediéndose después "' etnias" célticas en los famosos castros, cuyos núcleos de población se situaron en lugares elevados y estratégicos. Los restos de esta época se prolongan a través de la Edad del Bronce y del Hierro, hasta después de la invasión musulmana.
Durante la invasión árabe fue importante la zona de Luna en la Reconquista. Se constituyó en una roquedad imposible de atravesar. Las guerrillas pastoriles que habían acunado la monarquía se concentraban en el imponente Castillo, que se constituyó en el eje histórico de la comarca. Alfonso III, hijo de Alfonso II, reafirmó la privilegiada situación del Castillo de Luna y fortificó Torrebarrio y Torre de Babia.
El Condado de Luna fue un estado feudal con pendón y moneda propia; en la alta Edad Media fue lugar de descanso de la corte de León.
Durante el siglo XIX los ejércitos de Napoleón ocuparon la parte norte de la provincia, sobre todo en Luna, y una vez más los " guerrilleros" de las montañas cantábricas reconquistaron las plazas invadidas por el ejército francés.
El antiguo concejo de Luna de Arriba o de Suso correspondía al ayuntamiento de Láncara de Luna. Como consecuencia de la construcción del embalse del Pantano de Luna sepultó, en el año 1.956, siete pueblos del ayuntamiento de Láncara de Luna: Arévalo, Campo de Luna, Lagüelles, Láncara de Luna, Oblanca, San Pedro de Luna y Santa Eulalia de las Manzanas. Como consecuencia de ese hecho el ayuntamiento se trasladó a Sena de Luna.
Variedad lingüística
En la comarca se mantiene aún, en mayor o menor medida conservado, una variedad lingüística del leonés conocida como habla de Luna o pachuezu. De entre sus características, destaca la palatalización de la l- y -ll- latinas en el alófono africado sordo denominado che vaqueira (cuya representación se ha realizado tradicionalmente con las grafías ts).
Véase también
- Parque natural Babia y Luna y límites - DECRETO 7/2014 y LEY 5/2015
Referencias
1. La Nueva Crónica - El patrimonio rebosante del Valle del Luna